El Auto-Cuestionamiento como forma de vida profesional

Para nadie es un secreto, que cuando nos cuestionan alguna posición o propuesta, automáticamente, por naturaleza humana, sentimos que somos agredidos, que de alguna forma han invadido nuestro territorio y como tales humanos, nos preparamos para la guerra.
Pero lamentablemente, ni los que critican o cuestionan saben cómo hacerlo y mucho menos, sabemos escuchar a los que nos cuestionan, es decir, ni sabemos emitir el mensaje ni tampoco recibirlo.
Desde pequeños nos enseñan las normas del buen hablante y del buen oyente, pero nunca nos enseñaron, ni en el colegio ni en la universidad a entender cuando nos enfrentan.
Esto es hoy en día uno de los mayores problemas que enfrentamos en cualquier empresa, en nuestro entorno personal, y es quizás una de las mayores herramientas que  tenemos para crecer en todo sentido.
Recuerdo que mi padre me dijo en algún momento de su vida, que de las cosas buenas poco se aprende, pero de las malas, siempre se aprende algo; me enseño a que de los errores y las fallas, debemos siempre buscar el lado positivo y la enseñanza; sabias palabras de un hombre que aun cuando quiso estudiar Química, la guerra y la necesidad lo obligo a ser un excelente constructor.
Respeto mucho a las personas, que sin importar su jerarquía en una empresa, son capaces de escuchar y discutir con un sub-alterno alguna idea que este ultimo hubiera cuestionado, no solo por el hecho de permitirse oír a un empleado, sino, de permitirle a este dar su opinión y aprender algo nuevo.
Nadie nace aprendido, os repetían nuestros padres, pero, ¿cuánto aplicamos esto en nuestra vida cotidiana? prácticamente en ningún momento. Dado que he recibido muchos palazos en la vida, creo que eso me ha obligado a hoy en día ver las cosas de otra manera, hoy escucho a mis hijos cuando les cuento lo que hacemos en IMAINTEGRA, pues uno nunca sabe que pueden esos pequeños aportarle a uno. Ellos están en otro nivel, es otra dimensión distinta a la nuestra, aun cuando ambas se mezclan en muchos momentos, pero definitivamente, ellos tienen otra forma de ver nuestros problemas.
Algo parecido ocurre cuando permitimos a nuestros empleados participar activamente de algún proyecto, cuando participan de alguna consulta interna en la empresa, pues se genera una tormenta de ideas muy enriquecedora para todos, pues el clima organizacional mejora al sentirse participe directo de las estrategias de la empresa.
Mi consejo es abrir espacios para escuchar las ideas más locas, donde no existan alambradas de ganado o quiebra patas, donde la discusión se haga persiguiendo un único propósito y donde cada quien entienda que no es dueño de la verdad absoluta.
No relegues a alguien por equivocarse al emitir un concepto, corrígelo y oriéntalo, quizás mañana, esa persona pueda ser tu par en la empresa o hasta tu jefe

La Auto Critica, es a lo que más le temen los mediocres. Cuestiónate constantemente y mejora lo que hagas, siempre se puede hacer mejor y obtener mejores resultados, pero nunca esperes llegar a la perfección, solo Dios es perfecto

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